Estamos en primavera y con ella llegan el buen tiempo, las barbacoas, las meriendas, las reuniones al aire libre,...pues bien hay que tener mucho cuidado a la hora de cocinar con el fuego directamente. Cuando no preparamos los alimentos de la manera adecuada, estos pueden aportar sustancias perjudiciales para el organismo.
Al transmitirle un exceso de calor a estos alimentos transformamos sus nutrientes, aumentan las cantidades de dióxido de carbono y se forman unos cuerpos tóxicos llamados benzopirenos. Estos elementos se originan cuando una materia orgánica de origen animal o vegetal se carboniza, las grasas a temperaturas superiores a 250 ºC se desnaturalizan y sufren profundas transformaciones.Estas sustancias tóxicas quedan sobre la superficie de los alimentos quemados, así como en los pescados ahumados o en carnes a la brasa. Permanecen y se concentran en la superficie de los alimentos. A dosis elevadas estas sustancias son cancerígenas.
No debemos renunciar al placer de comer alguna vez que otra alimentos a la brasa, hay que tener cuidado con no abusar.
"Cuidar lo que comemos es fundamental para mantener una buena salud"
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