Todos pasamos por la adolescencia, salimos con los amigos y normalmente se consume alcohol. Son cosas que casi todos hemos hecho alguna vez o que algún día haremos. El problema que se ha puesto de moda hoy en día es que muchas jóvenes deciden no cenar para poder salir y beber alcohol sin engordar.
Llamamos abriorexia cuando dejamos de comer para beber. Esto es una práctica peligrosa y antes o después acaba pasando factura.
Los efectos de una borrachera, ya los conocemos todos. Pero estas son las consecuencias de beber a lo largo de los fines de semana sábado tras sábado:
- Afecta directamente en el rendimiento académico y disminuye la capacidad de concentración.
- Es adictivo sobre todo a nivel psicológico pero también a nivel físico. Muchos adolescentes dicen: “Si no puedo beber, no salgo”.
- Destruye neuronas y afecta directamente al sistema nervioso. Disminuye los reflejos, la capacidad de respuesta en los deportes y en la conducción. Y no solo cuando se está “pedete”.
Una pequeña ración de alcohol en la noche, no es la causa de que engordes o adelgaces. Tu forma física tiene relación con tu vida cotidiana durante la semana, y no con tu extra de fin de semana.
Durante la semana debemos tener una dieta correcta y saludable, de esta forma la noche o la tarde del viernes o sábado se puede salir y tomar algo sin hacer peligrar la salud a largo plazo.
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