A la hora de realizar deporte una correcta hidratación es fundamental. No solo por salud sino también para conseguir el máximo rendimiento.
Antes del ejercicio: el deportista debe tener una correcta hidratación. Recomendaciones: ingerir entre 400 y 600 ml de líquido 2 ó 3 horas antes del ejercicio. Respetando este tiempo, se permite al cuerpo excretar todo el exceso mediante orina antes del ejercicio.
Durante el ejercicio: la ingesta de líquidos debe ser suficiente para mantener el balance hídrico. Una deshidratación aunque sea leve afecta al rendimiento.La ingesta de fluidos con Carbohidratos y electrolitos puede evitar la deshidratación. Ayuda a mantener un correcto ritmo cardiovascular , mejorando el rendimiento y retrasa el comienzo de la fatiga.Recomendaciones: ingerir entre 150 y 350ml ó 6-8mg/kg/hora a intervalos de 15 a 20 minutos desde el comienzo del ejercicio.
Después del ejercicio: se debe consumir hasta el 150% del peso perdido, tras las primeras 6 horas después de la finalización del esfuerzo. El sodio ayuda a la rehidratación manteniendo la osmolalidad del plasma y por lo tanto el deseo de beber. Por ello te recomendamos que tomes un puñado de frutos secos por el mismo motivo, te repondrán sales y además te generarán ganas de beber.
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