Llegamos a la recta final del curso y con ello, el comienzo del tan esperado verano. Los baños tanto en la piscina como en la playa , así como la exposiciones al sol son muy frecuentes
Antiguamente la piel bronceada era sinónimo de gente trabajadora relacionada con el campo. Lo frecuente entre las clases altas era la piel blanca y poco curtida por el sol y por el trabajo.Por el contrario en la actualidad lo que está de moda, es una piel lo mas bronceada posible.
Hay dos tipos de razones por las que debemos protegernos del sol, la primera sin duda sería por razones de salud, tales como insolaciones, quemaduras, deshidrataciones de la piel, o casos más extremos como el cáncer de piel, tan extendidos últimamente.
-Debemos utilizar un fotoprotector adecuado a nuestro tipo de piel , así como protección física: sombreros, gafas de sol…
-Aplicar siempre el fotoprotector 20-30 minutos antes de la exposición solar, sobre la piel limpia y renovar la aplicación cada dos horas aproximadamente, sobre todo, después de baños prolongados.
-Debemos ser muy cuidadosos con la proteccion en los niños , pues una adecuada protección durante la infancia reduce la incidencia del cáncer de piel en la edad adulta.
-Evita tomar el sol entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde, porque el riesgo de quemadura solar pesar de las precauciones es muy elevado.
-Debemos ser conscientes de que en un día nublado, aunque no sintamos calor, el 80% de la radiación ultravioleta llega a nosotros y, por tanto, debemos protegernos igualmente.
-Es aconsejable beber líquidos abundantes –agua y zumos- para evitar la deshidratación.
-Debemos acudir a nuestro dermatólogo si observamos algún cambio en la forma, tamaño o color de nuestros lunares o aparición de nuevas manchas.
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